jueves, 14 de marzo de 2013

Temática , estilo e influencias ( "Moralidades" )

                             MORALIDADES (1966)

          Moralidades  viene a ser la continuación del compromiso político y social desarrollado por Jaime Gil de Biedma en  Compañeros de Viaje. Igual que en el primer libro, el poeta juega al equívoco con el título de la obra: si  Compañeros de viaje aludía, no sólo a los amigos, sino también a los camaradas políticos, Moralidades, es, en realidad una clara denuncia a situaciones que, en realidad no tienen nada que ver con esa palabra. De esta manera, la hipocresía, el sometimiento de una España oprimida, la opresión a la que la sociedad sometía a la mujer, la miseria y el desamparo son algunos de los temas que se barajan en esas  Moralidades de trasfondo totalmente inmoral.

La amistad y la conversación son, una vez más, elementos recurrentes en este paseo por la España franquista: La referencia a la amistad que se relaciona con la fraternidad con la que todos luchan para derrotar al régimen..

En cuanto a la conversación, cabe afirmar que Jaime Gil de Biedma consigue recrear en sus poemas un clima propicio a la conversación, un ambiente que invita a confesiones. Para ello, aparece una charla amistosa: botellas medio vacías, la noche, los ceniceros sucios...”Pandémica y celeste”

Hay  en este segundo libro de poemas un elemento ausente en  Compañeros de viaje:  la cuestión amorosa. El autor de  Moralidades reflexiona en esta obra sobre el amor y el sexo. De esta manera, hace del ser amado la razón de sus días en “En el nombre de hoy”; alude a la doble vida derivada de la propia homosexualidad en “Albada”;  recuerda "la hermosa historia de casi amor" vivida en  París postal del cielo; celebra los seis años pasados junto a la persona amada en “Canción de aniversario”; se recrea en los besos espiados  por el muchacho a quien llama Peeping Tom; y se desnuda ante el lector en  “Pandémica y Celeste” para mostrarle sus razones ante el amor y el sexo.

            Es la obra más comprometida de Gil de Biedma; comprometida, no sólo a nivel político, sino también sentimental, ya que el autor abre sus pasiones a un lector que ve como la amistad mencionada hasta la saciedad en la primera de las obras, cede gran parte de su protagonismo al amor y al deseo.

Sin dejar de lado el plano de los sentimientos, no podemos obviar En una despedida, donde el poeta hace una desgarradora descripción de la tristeza que siente ante la pérdida de su amigo el novelista Jimmy Baldwin.

El compromiso personal de Jaime Gil de Biedma para con su poesía se pone de manifiesto en otro elemento que, unido a las descripciones de la mísera situación que se vive en el país tras la guerra, evidencia más el deseo del poeta de sincerarse con el lector a través de su obra: el rechazo a la clase social burguesa a la cual pertenecía. En el nombre de hoy, “Barcelona ja no és bona”,   resumen el resentimiento, la rebelión del autor contra su propio sistema de vida. Ante la realidad social del momento, el autor se avergüenza de la clase social a la que pertenece y así lo manifiesta abiertamente en algunos de los poemas que integran la obra.

          La incapacidad para cambiar la historia atribuida al pueble español, es otra de las constantes de este segundo libro de poemas. En esta reflexión se aprecian claros ecos del pensamiento de Antonio Machado. Jaime Gil de Biedma se muestra plenamente convencido de que lo españoles se adaptarán a la situación de sometimiento en que viven y no harán nada por cambiarla. Este punto está estrechamente relacionado con la crisis personal y literaria por la que atraviesa el autor ya que es precisamente durante el proceso creativo de  Moralidades en que el autor empieza a cuestionarse su propia vida y su obra, cosa que le lleva a plantearse la propia capacidad de sobrevivir a la apatía derivada del conformismo. Este hecho, más adelante, lleva a Jaime Gil de Biedma a dejar de escribir hasta el momento de su muerte. 

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